REGULACIÓN DE LA RESPIRACIÓN
Normalmente, el sistema nervioso ajusta la
velocidad de ventilación alveolar casi exactamente a las demandas del cuerpo,
de modo que la presión parcial de oxígeno (Po2) y la presión de dióxido de
carbono (Pco2) en la sangre arterial apenas se alteran incluso durante el
ejercicio intenso y la mayoría de los demás tipos de agresión respiratoria
Centro respiratorio
El centro respiratorio está formado por varios grupos de neuronas localizadas
bilateralmente en el bulbo raquídeo y la protuberancia del tronco encefálico,
como se muestra en la figura 42-1. Está dividido en tres grupos principales de
neuronas:
- un grupo respiratorio dorsal, localizado en la porción ventral del bulbo, que produce principalmente la inspiración
- un grupo respiratorio ventral, localizado en la parte ventrolateral del bulbo, que produce principalmente la espiración,
- el centro neumotáxico, que está localizado dorsalmente en la porción superior de la protuberancia, y que controla principalmente la frecuencia y la profundidad de la respiración.
Grupo respiratorio dorsal de neuronas:
control de la inspiración y del ritmo respiratorio
El grupo respiratorio dorsal de neuronas tiene una función importante en el
control de la respiración y se extiende a lo largo de la mayor parte de la
longitud del bulbo raquídeo. La mayoría de sus neuronas están localizadas en el
interior del núcleo del tracto solitario (NTS), aunque otras neuronas de la sustancia
reticular adyacente del bulbo también tienen funciones importantes en el
control respiratorio. El NTS es la terminación sensitiva de los nervios vago y
glosofaríngeo, que transmiten señales sensitivas hacia el centro respiratorio
desde: 1) quimiorreceptores periféricos; 2) barorreceptores, y 3) diversos
tipos de receptores de los pulmones.
Descargas inspiratorias rítmicas desde el
grupo respiratorio dorsal
El ritmo básico de la respiración se genera principalmente en el grupo
respiratorio dorsal de neuronas. Incluso cuando se seccionan todos los nervios
periféricos que entran en el bulbo raquídeo y se ha seccionado el tronco
encefálico tanto por encima como por debajo del bulbo, este grupo de neuronas sigue
emitiendo descargas repetitivas de potenciales de acción neuronales
inspiratorios. Se desconoce la causa básica de estas descargas repetitivas. En
animales primitivos se han encontrado redes neurales en las que la actividad de
un grupo de neuronas excita a otro grupo, que a su vez inhibe al primero.
Posteriormente, después de un período de tiempo, el mecanismo se repite a sí
mismo, manteniéndose durante toda la vida del animal. La mayoría de los
fisiólogos respiratorios piensan que en el ser humano hay alguna red similar de
neuronas, localizada totalmente en el interior del bulbo; probablemente incluye
no solo el grupo respiratorio dorsal, sino también zonas adyacentes del bulbo,
y es responsable del ritmo básico de la respiración.
Señal en «rampa» inspiratoria
La señal nerviosa que se transmite a los músculos respiratorios, principalmente
el diafragma, no es una descarga instantánea de potenciales de acción. Por el
contrario, en la respiración normal comienza débilmente y aumenta de manera
continua a modo de rampa durante aproximadamente 2 s. Después se interrumpe de
manera súbita durante aproximadamente los 3 s siguientes, lo que inactiva la
excitación del diafragma y permite que el retroceso elástico de los pulmones y
de la pared torácica produzca la espiración. Después comienza de nuevo la señal
inspiratoria para otro ciclo; este ciclo se repite una y otra vez, y la
espiración se produce entre ciclos sucesivos. Así, la señal inspiratoria es una
señal en rampa. La ventaja evidente de la rampa es que se genera un aumento
progresivo del volumen de los pulmones durante la inspiración, en lugar de
jadeos inspiratorios.
Se controlan dos características de la rampa inspiratoria, como se señala a
continuación:
- Control de la velocidad de aumento de la señal en rampa, de modo que durante la respiración forzada la rampa aumenta rápidamente y, por tanto, llena rápidamente los pulmones.
- Control del punto limitante en el que se interrumpe súbitamente la rampa, que es el método habitual para controlar la frecuencia de la respiración; es decir, cuanto antes se interrumpa la rampa, menor será la duración de la inspiración. Este método también acorta la duración de la espiración. Así, aumenta la frecuencia de la respiración
Un centro neumotáxico limita la duración de la inspiración y aumenta la frecuencia respiratoria
Un centro neumotáxico, localizado dorsalmente en el núcleo parabraquial de la
parte superior de la protuberancia, transmite señales hacia la zona
inspiratoria. El efecto principal de este centro es controlar el punto de
«desconexión» de la rampa inspiratoria, controlando de esta manera la duración de
la fase de llenado del ciclo pulmonar. Cuando la señal neumotáxica es intensa,
la inspiración podría durar tan solo 0,5 s, con lo que los pulmones solo se
llenarían ligeramente; cuando la señal neumotáxica es débil la inspiración
podría continuar durante 5 s o más, llenando de esta manera los pulmones con
una gran cantidad de aire.
La función del centro neumotáxico es principalmente limitar la inspiración, que
además tiene el efecto secundario de aumentar la frecuencia de la respiración,
porque la limitación de la inspiración también acorta la espiración y todo el
período de cada respiración. Una señal neumotáxica intensa puede aumentar la
frecuencia respiratoria hasta 30 a 40 respiraciones por minuto, mientras que
una señal neumotáxica débil puede reducir la frecuencia a solo 3 a 5
respiraciones por minuto.
Grupo respiratorio ventral de neuronas:
funciones en la inspiración y la espiración
Localizado a ambos lados del bulbo raquídeo, aproximadamente 5 mm anterior y
lateral al grupo respiratorio dorsal de neuronas, está el grupo respiratorio
ventral de neuronas, que se encuentra en el núcleo ambiguo rostralmente y en el
núcleo retroambiguo caudalmente. La función de este grupo neuronal difiere de
la del grupo respiratorio dorsal en varios aspectos importantes:
- Las neuronas del grupo respiratorio ventral permanecen casi totalmente inactivas durante la respiración tranquila normal. Por tanto, la respiración tranquila normal está producida solo por señales inspiratorias repetitivas procedentes del grupo respiratorio dorsales y transmitidas principalmente al diafragma, y la espiración se debe al retroceso elástico de los pulmones y de la caja torácica.
- Las neuronas respiratorias no parecen participar en la oscilación rítmica básica que controla la respiración.
- Cuando el impulso respiratorio para aumentar la ventilación pulmonar se hace mayor de lo normal, las señales respiratorias se desbordan hacia las neuronas respiratorias ventrales desde el mecanismo oscilatorio básico de la zona respiratoria dorsal. En consecuencia, la zona respiratoria ventral contribuye también al impulso respiratorio adicional.
- La estimulación eléctrica de algunas de las neuronas de grupo ventral produce la inspiración, mientras que la estimulación de otras produce la espiración. Por tanto, estas neuronas contribuyen tanto a la inspiración como a la espiración. Son especialmente importantes para suministrar señales espiratorias potentes a los músculos abdominales durante la espiración muy intensa. Así, esta zona actúa más o menos como mecanismo de sobreestimulación cuando son necesarios niveles altos de ventilación pulmonar, especialmente durante el ejercicio intenso.
Las señales de insuflación pulmonar limitan
la inspiración: el reflejo de insuflación de Hering-Breuer
Además de los mecanismos de control respiratorio del sistema nervioso central
que actúan totalmente en el interior del tronco encefálico, señales nerviosas
sensitivas procedentes de los pulmones también contribuyen a controlar la
respiración. Los receptores más importantes, que están localizados en las porciones
musculares de las paredes de los bronquios y de los bronquíolos, son los
receptores de distensión, que transmiten señales a través de los vagos hacia el
grupo respiratorio dorsal de neuronas cuando los pulmones están sobredistendidos.
Estas señales afectan a la inspiración de una manera muy similar a las señales
que proceden del centro neumotáxico; es decir, cuando los pulmones se insuflan excesivamente,
los receptores de distensión activan una respuesta de retroalimentación
adecuada que
«desconecta» la rampa inspiratoria y de esta manera interrumpe la inspiración
adicional. Este mecanismo se denomina reflejo de insuflación de Hering-Breuer. Este reflejo
también aumenta la frecuencia de la respiración, al igual que ocurre con las
señales que proceden del centro neumotáxico.
En los seres humanos el reflejo de Hering-Breuer probablemente no se activa
hasta que el volumen corriente aumenta más de tres veces el valor normal
(aproximadamente >1,5 l por respiración). Por tanto, este reflejo parece ser
principalmente un mecanismo protector para impedir una insuflación pulmonar
excesiva, y no un ingrediente importante del control normal de la ventilación.
Control de la actividad global del centro
respiratorio
Hasta este punto se han analizado los mecanismos básicos que producen la
inspiración y la espiración, aunque también es importante saber cómo aumenta o
disminuye la intensidad de las señales del control respiratorio para ajustarse
a las necesidades ventilatorias del cuerpo. Por ejemplo, durante el ejercicio
intenso con frecuencia se produce un aumento de la velocidad de utilización del
oxígeno (O2) y de formación del dióxido de carbono (CO2) hasta 20 veces el
valor normal, lo que precisa aumentos proporcionales de la ventilación pulmonar.
El objetivo principal del resto de este capítulo es analizar este control de la
ventilación de acuerdo con las necesidades respiratorias del cuerpo.
Control químico de la respiración
El objetivo último de la respiración es mantener concentraciones adecuadas de
O2, CO2 e iones hidrógeno en los tejidos. Por tanto, es afortunado que la
actividad respiratoria responda muy bien a las modificaciones de cada una de
estas sustancias.
El exceso de CO2 o de iones hidrógeno en la sangre actúa principalmente de
manera directa sobre el propio centro respiratorio, haciendo que se produzca un
gran aumento de la intensidad de las señales motoras tanto inspiratorias como
espiratorias hacia los músculos respiratorios.
Por el contrario, el oxígeno no tiene un efecto directo significativo sobre el
centro respiratorio del encéfalo en el control de la respiración. Por el
contrario, actúa casi totalmente sobre los quimiorreceptores periféricos que están localizados en los cuerpos carotídeos y
aórticos, y estos quimiorreceptores, a su vez, transmiten señales nerviosas
adecuadas al centro respiratorio para controlar la respiración.

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